Parece que estas palabras calaron hondo en los servicios médicos de la casa real y han probado diversos métodos para que el Rey de España pueda conciliar el sueño y descansar a sus 74 años sin miedo a un golpe de estado y como merecido descanso de sus largas jornadas laborales (
Probaron con el sistema de contar ovejitas, pero se terminaron antes de que el monarca pudiera dormir y entonces pasaron a contar "parados" pero le generaba angustia porque su yerno Undangarín pronto iba a ser parte de esa cuenta si no aceptaba el trabajo en Mango.
Después le dijeron que pensara en sus nietos y lo graciosos que eran corriendo con esos pies chiquititos y rechonchos.
EL HELADO DEL VERANO
Pero tampoco funcionó.
Así que por fin creyeron encontrar la solución, un viaje en avión a un país extranjero donde pudiera realizar alguna acción humanitaria y así al volver sentirse satisfecho y pleno sintiéndose útil y generoso.
Y eso hizo, fue a África y visitó a los niños y jóvenes que como en España tienen un futuro incierto.
LOS NENES ESTÁN DETRÁS DEL ELEFANTE
Hablan de que se gastó cerca de 50 mil euros en ayudar a esos pobres niños y jóvenes.
¡Qué rey tenemos! ¡No nos lo merecemos!
¿O sí?
EQUIPO MÉDICO
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